domingo, 3 de febrero de 2013

IRMA GRESE

Irma Ilse Ida Grese (Wrechen, 7 de octubre de 1923 – Hamelín, 13 de diciembre de 1945) fue una supervisora de prisioneros en los campos de concentración de Auschwitz-Birkenau, Bergen-Belsen y Ravensbrück durante la Segunda Guerra Mundial. Apodada "la bestia bella", "el ángel de la muerte" (mote también acuñado al médico nazi Josef Mengele) o "la perra de Belsen" por los prisioneros de estos campos a causa de su comportamiento sádico y perverso, fue una de las más crueles y famosas criminales de guerra nazis, quien a pesar de su corta edad fue condenada y ejecutada en la horca por los Aliados el 13 de diciembre de 1945.


CRIMENES DE GUERRA


En 1943, ingresó en el Campo de concentración de Auschwitz como SS Oberaufseherin (guardia femenina), y para finales de ese mismo año fue ascendida a supervisora, la segunda mujer de más alto rango en el campamento, después de María Mandel, a cargo de alrededor de 30.000 reclusas de origen judío. El ascenso se produjo a causa de su enorme fanatismo nazi y considerable sadismo que desarrolló.
Después de Auschwitz, su sadismo continuó en Ravensbrück y Bergen-Belsen, tres campos de exterminio nazis, siendo detenida el 15 de abril de 1945 por los británicos en el último de ellos, junto a otros integrantes de las SS.
Irma Grese fue una de las principales criminales de guerra en el Juicio de Bergen-Belsen, realizado entre septiembre y diciembre de 1945. Las supervivientes de los campos que testimoniaron la acusaron de asesinatos y torturas. Siempre usando pesadas botas, látigo y pistola, entre otros actos, Irma Grese era conocida por dejar que perros hambrientos y furiosos se lanzaran encima de las presas para devorarlas, asesinar a internas a tiros a sangre fría, torturas a niños, abusos sexuales y palizas sádicas con látigo trenzado hasta provocar la muerte de las víctimas. Además, una revelación de Olga Lengyel dice que Irma Grese mantuvo relaciones con los Hauptsturmführers de las SS, tanto hombres como mujeres, como Josef Mengele y Josef Kramer.
Aunque Irma Grese renegó de los asesinatos y manifestó que sólo conocía el destino de las prisioneras sólo por boca de ellas mismas, nunca renegó de su ideario nazi y cantaba himnos de las SS en la celda. La belleza de Grese se había trastocado en una mujer de rasgos endurecidos por la crueldad.
En el Juicio de Bergen-Belsen fue condenada a la horca a los 22 años -la más joven condenada a muerte por leyes británicas en el siglo XX-, siendo ejecutada en la prisión de Hamelín (Alemania) el 13 de diciembre de 1945. Sus últimas palabras a su verdugo Albert Pierrepoint, fueron: "Schnell!" (¡Rápido!). Al parecer después de su ejecución, su cuerpo fue mutilado e incinerado para que después las cenizas fueran arrojadas a un río de desagüe.

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